Tamara Gracia Medrano Riquelme
Niña de mis ojos
Las personas en México suelen tener una gran conexión con el rock. No es poco común que todos tengan una canción con la cual se identifican ya sea por alguna ideología proyectada, suceso traumático, denuncia social, diversión o para muchos por el amor. Pocas cosas hacen recordar los momentos buenos o malos mejor que la música; uno siente que lo llevan al momento exacto en el que sucedieron las cosas al escuchar una canción. La música detona una infinidad de recuerdos, pueden ser puramente alegres o amargos, pero las notas están ahí evocando sentimientos y emociones difíciles de perder.
¿Qué es lo que hace que una campaña publicitaria sea exitosa? ¿Serán los colores, las imágenes, las personas, la música o una mezcla de todo? Cada vez es más complicado conectar con las personas, hoy en día los publicistas deben romperse la cabeza para lograr llegar a las emociones más profundas de las personas; sin embargo, ya son pocas las personas que se interesan por mantener viva la parte más emotiva de la industria. En la era de la inmediatez y rapidez, pocas personas se fijan realmente en un anuncio; todo se ha convertido en una batalla por ser el más veloz o atractivo durante momentos sumamente breves. ¿Qué ha pasado con la importancia de las conexiones profundas con el consumidor? ¿En verdad la manera más viable de tener una campaña exitosa es quedarse en la superficialidad y banalidad de las cosas?
Todas estas preguntas se las hizo Tamara. En una de las reflexiones más grandes sobre estas cuestiones logró observar que varias de las campañas que más han marcado su vida han estado acompañadas de una gran canción, por lo tanto de emociones y recuerdos. Pero después de esta conclusión salió a la luz, otra pregunta. ¿Qué tipo de música es la genera más conexiones con la sociedad mexicana? Es sumamente difícil encontrar la respuesta, pues hay demasiadas barreras culturales y generacionales existentes en un país tan grande; así que decidió pensar en algunos segmento que durante los últimos años han sido desplazados y hasta cierto punto olvidados. Personas duras y circunstancialmente difíciles, pero a su vez con mucha experiencia, llenos de recuerdos de situaciones complicadas que se han visto aún actualmente pero sin duda de manera distinta. Tamara pensó en personas como sus papás, tíos, tías, conocidos, etc.
En la época en la que crecieron el rock estaba en auge, aunque muchas personas lo criticaban otras se volvían completamente locas; los verdaderos aficionados se sentían completamente identificados. Las canciones de denuncia social expresaban perfectamente bien el sentir de una generación que se veía oprimida; así mismo los rockeros excluidos por sus gustos y afinidad musical. Hay muchas canciones tristes pero el rock también marcó la diversión, un paso para el cambio como sociedad. Sin duda el rock tiene un poder altísimo para conectar con las personas de una manera inimaginable ya que tiene una variedad de canciones impresionantemente grande, con una gama de temas aún mayor. Si se pretende evocar sentimientos en las personas a través de la música, el rock es una de las mejores opciones para la audiencia mexicana.
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